Exposición Manuel Álvarez Bravo
Más de 80 años de trabajo de
Manuel Álvarez Bravo, se recogen en unas 150 imágenes (copias realizadas por el
autor o en vida de él mimso) expuestas en la Sala Azca de la Fundación Mapfre
(Madrid), acompañadas por históricos documentos como sus bloc de notas,
programas de trabajo o cartas postales y cinco proyecciones cinematográficas
inéditas que muestran su fascinación por el cine.
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Tríptico cemento-2, Álvarez Bravo |
La exposición muestra
diferentes tipos de fotografías. Pasando por las más conocidas, las más
abstractas hasta una serie de retratos y desnudos. Y es esto mismo, una serie
de desnudos a jóvenes indígenas mexicanas, uno de los momentos más importantes
en la fotografía de Álvarez Bravo y a los que en esta exposición se les hace
mención especial.
La colección, por tanto,
se puede estructurar en diferentes partes. Una parte muestra una serie de fotografías abstractas en
las que el fotógrafo se centra en fotografiar elementos muy concretos. Es muy
detallista y busca el detalle. Son fotografías de papeles, libros, cortinas…
Una segunda parte que podemos diferenciar está
relacionada con la arquitectura y la construcción: andamios, vigas, Luego se deja a un lado lo abstracto para
centrarse en lo cotidiano. Las sombras y los reflejos son elementos que Álvarez
Bravo buscaba capturar junto a los escaparates de las tiendas y las fachadas de
los diferentes edificios. Es decir, las fotografías muestran todo aquello que el
ojo humano podía observar, no buscaba llamar la atención con nada en especial,
simplemente quería mostrar la realidad.
Esta imagen es además una de
las que más llama la atención por diferentes motivos. Uno de ellos es que es
completamente diferente a todo lo que se había mostrado antes. Aquí aparece el
cuerpo de un hombre muerto, ensangrentado. Hasta ahora no se había podido ver
más que elementos concretos, todos ellos objetos. Y en caso de aparecer alguna
persona lo hacía de forma espontánea al querer representar lo que ocurría en la
calle. Sin embargo, es ahora cuando la exposición da un vuelco y se comienza a ver la realidad de México y las emociones que las diferentes personas
muestran a través de las imágenes capturadas por Álvarez Bravo.
Otra parte de la
exposición muestra retratos de diferentes mujeres que permiten mostrar los
sentimientos que cada una deseaba. Unas miradas muestran melancolía, otras
indiferencia, otras son imágenes de rostros inexpresivos, otras muestran cansancio por lo que pueda
estar sucediendo a su alrededor…
Una de las últimas secciones
de la exposición muestra fotografías realizadas en los años 40-50 en las que
Álvarez Bravo buscaba momentos instantáneos que ocurriesen en la calle. Son
imágenes que se obtuvieron tras plantar un trípode en la calle esperando el
instante deseado. El mexicano no buscaba ir a por la fotografía, sino que
esperaba que la fotografía llegase a él. Esperaba el momento adecuado para
tomar la instantánea.
Por último, se pueden
ver imágenes de ensueño. Álvarez Bravo buscaba una
imagen frágil, una imagen delicada. Para él, en ese momento, la fotografía
devenía de la poesía.
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La buena fama durmiendo. Foto: Álvarez Bravo |
Casi
toda la exposición muestra fotografías en blanco y negro, donde los claroscuros
tienen una gran importancia, ya que dejan entrever qué es lo importante y qué
es lo que Manuel Álvarez Bravo quiso mostrar en su momento.
Sin embargo, a mitades de
los 60’, hay una serie de fotografías que destacan del resto debido a que son
imágenes a color. Todas ellas están impresas en tonos rojizos y muestran
diferentes paisajes que dan sensación de desolación.
Además, el amor por la pintura
que Álvarez Bravo tenía, también se deja entrever en alguna imagen. Y es que en
El lago de los chichicuilotes, por
ejemplo, da la impresión de que nos encontramos con una pintura en vez de con
una fotografía.
Esta colección de 152
fotografías de Álvarez Bravo muestran como hay algo más allá del folclore con
el que se le relaciona a este país latinoamericano. Las fotografías muestran
como desde la Revolución de México en 1910, la vida en este lugar cambió dejando
atrás la vida rural y las tradiciones adoptando una postura mucho más moderna.
Comentario de alguna fotografía
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Tejedor. Foto: Álvarez Bravo |
Tejedor es
una de las imágenes que se muestran casi al inicio de la exposición. En ella
podemos ver a un hombre tras una gran tejera.
Como en la mayoría de las
fotografías expuestas en la sala Azca, está completamente en blanco y negro.
Las
líneas son muy importantes en esta imagen ya que son las que conforman los
hilos que se van a tejer y nos ayudan a diferenciar entre las diferentes partes
de la fachada, el suelo, la mesa que se puede apreciar al fondo o incluso el
sombrero que el hombre lleva puesto.
Es una imagen que me
llamó la atención por la perspectiva que tiene. Álvarez Bravo pudo obtener esta
imagen desde un lugar mucho más “común” por así decirlo. Pudo haber sacado la
imagen desde la altura del hombre y así sacarle en primer plano y los hilos como
segundo plano. Sin embargo, esta perspectiva es mucho más original y hace que
llame más la atención.
Otra de las imágenes que
me gustó fue Muchacha viendo pájaros. Esta imagen me parece
llamativa también por la
perspectiva que le ha dado. El fotógrafo decidió poner el elemento importante y
el foco de atención a la derecha de la imagen en vez de estar centrada. Además,
la posición en la que se encuentra la muchacha me parece llama la atención
porque de no ser por el título, que te lleva a imaginarte una situación, puede estar ocurriendo
cualquier otra cosa. Otra de las cosas que me llaman la atención de esta imagen
es la vestimenta que lleva la muchacha, un claro ejemplo de cómo vestía la
población mexicana debido a la pobreza.
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Muchacha viendo pájaros. Foto: Álvarez Bravo |
Comentario personal
Pese a lo que hemos podido
comentar, la exposición no ha gustado demasiado por diferentes razones. Una de
ellas es que hay gran diferencia, a mi parecer, entre unas fotografías y otras.
Creo que algunas de ellas expresan mucho y otras son todo lo contrario, no son
emotivas.
Además, la mayoría de ellas
son muy abstractas y se centran demasiado en detalles que a mí no me llegan a
expresar nada.
Lo bueno de la exposición es
la forma de repartir las imágenes, haciendo, como ya hemos comentado, varias
secciones. El problema es que dentro de estas secciones muchas imágenes son
parecidas y puede llegar a dar la sensación de que es siempre el mismo tipo de
imagen.
Ficha de la exposición
Exposición
Manuel Álvarez Bravo: Del
13 de febrero al 19 de mayo de 2013.
Entrada:
Gratuita.
Dirección: Sala
AZCA, Fundación Mapfre. Instituto de Cultura.
Avda. General Perón, 40, 28020 Madrid
Tel. 91 581 16 28
Horarios:
Lunes,
14 a 21 horas.
Martes a sábados, 10 a 21 horas.
Domingos y festivos, 12 a 20 horas.
Desalojo de la sala 10 minutos antes del cierre
Visitas
Guiadas: Martes, 11 a 19 horas
Cómo
llegar: Autobuses 5, 14, 27, 40, 120, 147, 150
Metro:
Línea 10 (Santiago Bernabéu)
Para más información: pincha aquí.
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